Hace 50 años se puso a la venta un modelo cuyo pequeño tamaño escondía una potencia digna de un coche deportivo capaz de obtener los primeros lugares dentro de los Rallys. El Skoda 110R ocupa un lugar importante en la historia de la fábrica de Kvasiny y el inicio de una era de motores traseros.
Historia del Skoda 110R
Conocido también como “Erko” en Checoslovaquia, fue un modelo que comenzó a desarrollarse en 1966, pero no fue sino hasta la feria comercial de Brno en 1970 que se presentó al público por primera vez. Sin embargo, antes de eso se probó un primer prototipo, el cual posteriormente sufriría mejoras en su carburador, así como en el generador de corriente alterna.
El Skoda 110R estableció un nuevo estándar en los coches de carrera del mismo fabricante con su motor en la zona posterior, el cual terminó por ser un éxito en ventas. El modelo definitivo se comercializó a finales del mismo año de su aparición y fue lanzado al extranjero en 1971.
Diseño general del “Erko”
Lo primero que suele destacar de este coche es zona posterior, la cual buscaba brindar un diseño elegante, pero sobria. Aunque poseía unas llantas de 14 pulgadas, consideradas muy grandes durante la época, se optó por sustituirlas en 1973 por unas de 13 pulgadas, con el propósito de aumentar su agilidad.
Por otro lado, en el diseño interior del Skoda 110R se distinguía un volante de dos radios de metal perforado, al que se le agregó un elemento de impacto suave. Este aspecto contrasta de manera armoniosa con los asientos anatómicos.
¿Cómo se desempeñaba en las carreras el Skoda 110R?
Su título como el “Porsche del Este” fue obtenido a través de logros como la victoria general en el Ranking de Fabricantes del Campeonato de Europa de Turismo, así como las victorias consecutivas en 1977 en el Rally de Montecarlo. Y es que debajo de ese capó trasero se encontraba un motor en línea de cuatro cilindros que resultaba en una velocidad máxima de 54 CV.
Aunque no se trataba de la mayor potencia de la época, el conjunto de elementos que lo conformaban lo convertían en uno de los mejores vehículos de conducción. Uno de estos es el poco peso que poseía, siendo nada más de 880 kg, lo que lo posibilitaba de alcanzar 150 km/h. Con respecto a su velocidad de aceleración, el Skoda 110R era capaz de llegar de 0 a 100 km/h en 19 segundos.