Dicen que contar historias es un intento, fatuo y totalmente inútil, de esquivar el fin que a todos nos espera… Sin embargo para nosotros es también una forma de compartir todo aquello que nuestra curiosidad nos revela, y esta historia que hoy contamos, en nuestro blog para asegurar coches clasicos , nos ha hecho pensar, todos hemos oido hablar de materiales, combustibles o motores que representarían el fin de los problemas de escasez de materias primas que constantemente amenazan el futuro de nuestra sociedad, y que sin embargo las grandes compañías, o gobiernos, adquieren y guardan en el cajón del olvido.
Ford y su coche de marihuana
La historia ocurre en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial, en los Estados Unidos donde el esfuerzo industrial y de recursos está enfocando en la industria militar. El protagonista, Henry Ford, inquieto y curioso como pocos, quiso encontrar la forma de conseguir un coche más seguro, utilizar materiales provenientes del sector agrícola y al mismo tiempo evitar la escasez de acero que sufría el país por las exigencias de a guerra. La idea fue crear un coche construido con plástico obtenido de semillas de soja y cáñamo (semilla de la planta de la marihuana, de ahí el título), y en 1941 el vehículo se presenta en Michigan.
En el vídeo podemos ver la dureza y resistencia del material desarrollado, algo que es contraproducente para la vida de los pasajeros en caso de accidente, pero que demuestra las posibilidades que ofrecía ese tipo de panel. Realmente el vehículo lleva un chasis de acero tubular al que se sujetan catorce paneles de 6 mm de grosor que forman la carrocería, las ventanillas se fabrican también con un material acrílico. El uso de estos materiales da como resultado la reducción en un 25% del peso total, por tanto se trata de un vehículo mucho más eficiente por su menor consumo de combustible.
Con el transcurso de los años la fórmula creada para desarrollar las planchas de plástico se ha perdido, además, por la presión que el desarrollo de la guerra impuso a la industria americana el interés por el coche de plástico decrece tras el fin de la misma y es olvidado.
Pero existen muchas más implicaciones de las que refleja la «historia oficial» que aquí hemos contado, no sabemos si son leyendas urbanas, o historias detrás de la historia: cuentan que el verdadero fin de este prototipo era desarrollar tanto materiales como combustibles (pues se habla de que también el combustible utilizado provenía del cáñamo) que rompieran nuestra dependencia del petróleo y el acero, entre otros materiales, y encontrar una fuente inagotable de materias primas basadas en la agricultura, en las «cosechas anuales» como el mismo Henry Ford llegó a afirmar. Dicen, también, que fueron las grandes empresas petroleras e industriales, y los lobbies, que influyeron para que este tipo de soluciones «alternativas» no siguieran adelante.
Desde nuestro blog de seguros para coches clásicos deciros que nunca sabremos las verdaderas razones que motivaron el desarrollo y posterior olvido de este coche, lo que sí sabemos es de lo que se puede llegar a conseguir una vez que confluyen recursos y voluntad.