Los vehículos auto-móviles han estado en la imaginación del ser humano desde tiempos inmemoriales, múltiples señales lo demuestran. Cuanto más atrás miramos en la historia tratando de precisar el origen del automóvil sorprende ver la cantidad de inventos e iniciativas que a lo largo de los siglos se han llevado a cabo sin que llegaran a tener continuidad, hasta que llegó su momento, aquel en que el estado de madurez tecnológico y comercial de la sociedad facilitó que esta industria floreciera y llegara a alcanzar el estado de desarrollo actual.
La corte china del emperador Kangxi pudo ver el primer vehículo auto impulsado
No obstante es curioso señalar que las primeras referencias a vehículos autopropulsados, no por velas o molinos de viento, que también las hay, sino por medio de impulso autogenerado, como el que facilita la máquina de vapor, se remontan al Siglo XVII y a la corte de un emperador chino. Se trata de desarrollo basado en un alambique que expulsa vapor contra las palas de una turbina, por sus medidas (65 cm.) no era más que una maqueta a escala o un juguete. Su diseñador fue un jesuita originario de Flandes, a la sazón jefe del observatorio astronómico del emperador chino allá por 1672, llamado Ferdinand Verbiest.
Justo antes de la Revolución Francesa, el primer auto-móvil
Tenemos que dar un salto de casi 100 años y llegar a los tiempos previos a la Revolución Francesa cuando un ingeniero militar de este país, Nicolas-Josep Cugnot, diseña un carretón impulsado por un motor de vapor (Fardier á Vapeur), su primer prototipo es del año 1769. Su objetivo inicial no era otro que el desarrollar un vehículo para arrastrar los pesados cañones del ejército de Luis XV. El automóvil consistía en un triciclo que portaba sobre su rueda frontal una caldera de vapor y esta misma rueda servía también para dirigir el vehículo mediante el movimiento de un timón.
El vehículo era muy pesado, casi 5 toneladas, y lento, no alcanzó más de 4 Km. por hora de velocidad. Un accidente, tal vez el primero de un automóvil, fue el detonante de su fracaso. Si a esto sumamos los tiempos tan convulsos en que se desarrolla (son años de cambios radicales tanto en el gobierno como en la sociedad francesa) y la falta de financiación de que adolecía el ejército de su majestad hicieron que el proyecto se abandonara, Cugnot se exilió en Bruselas tras la Revolución y unos años más tarde sería reclamado por Napoleón para que volviera a París, donde fallece al poco tiempo.
Tenemos la gran suerte de que el prototipo se conserva en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de París en muy buen estado como podemos apreciar en la foto de portada de este post. La historia nunca es totalmente como nos la cuentan, puede que realmente sea el primer vehículo o no, pero lo cierto es que tiene toda la pinta.
Aseguramos coches clásicos y motos clásicas, cuanto más antiguos mejor!!