Y es que la historia de este ingeniero autodidacta y el objeto de su genio, el motor Wankel, está trufada de dificultades, guerras, cárcel y finalmente el reconocimiento. Aunque no ha sido tan brillante como su acogida el resultado final de su invento.
Difícil camino el recorrido por Felix Wankel hasta conseguir ver el primer prototipo de su ingenio, 55 años tuvo que esperar para lograrlo
Nacido en 1902 en la ciudad alemana de Lahr, Felix debe ponerse desde muy joven a trabajar en una imprenta para poder ganarse la vida tras la muerte de su padre en la primera Guerra Mundial, inquieto, curioso y apasionado por la mecánica consigue formarse en un taller que monta con varios amigos. Fue al mismo tiempo un activo componente de las Juventudes Hitlerianas (parece ser que fue demasiado activo, ¡¡lo expulsaron tanto de la sección local que dirigía como del partido por ser demasiado radical!!). Crea el diseño original del nuevo motor en 1924, en 1929 conseguía su primera patente. Encarcelado por una serie de ataques personales a un dirigente del partido Nazi, es liberado gracias a la intervención del mismísimo Hitler, en 1940 se une a las SS de las que también expulsan dos años más tarde sin que haya trascendido la razón.
Durante la Segunda Guerra Mundial colabora con el gobierno alemán desarrollando válvulas rotatorias para la aviación, y torpedos submarinos para la marina, en las empresas BMW y Daimler-Benz. Tras el final de la guerra es encarcelado por los franceses y todo su material, laboratorio y notas técnicas son decomisados. No es hasta 1951 que empieza a trabajar para Goetze AG en su departamento de desarrollo, posteriormente trabajó con NSU MOTORENWERKE AG (empresa precursora de la actual AUDI) y es con ellos que construye su primer motor rotatorio plenamente funcional en febrero de 1957.
Primeros coches con motor Wankel y explosión mundial
El primer vehículo de producción que monta un motor Wankel es el NSU Wankel-Spider que es presentado en el año 1964, un vehículo solo remarcable por su novedoso motor y por usar frenos de disco delanteros. Le seguiría el moderno y exitoso NSU Ro 80 en 1967 que sería declarado coche del año en Alemania en 1968.
Deseosa de innovaciones y desarrollos nuevos la industria del automóvil acoge con entusiasmo la nueva propuesta de impulsor, Wankel llegó a ganar mucho dinero licenciando su invento a multitud de empresas al rededor del mundo, entre las que se encuentran Daimler-Benz, General Motors o Toyota. Aunque fue Mazda la empresa que más apostó, ya en 1961, por este tipo de motor, de hecho ha estado en producción desde los años 70 del siglo pasado, en multitud de modelos hasta el año 2012 y su RX8. Wankel vendió sus derechos sobre la patente en 1971 por 50 millones de marcos alemanes.
Muchos han sido los fabricantes que han interesado por esta tecnología, y no sólo en el mercado del automóvil o la motocicleta (Yamaha y Kawasaki desarrollaron prototipos con mejoras e innovaciones sobre el diseño de motor original), sino también en la fabricación de motores para uso industrial y todo tipo de maquinaria.
A pesar de las expectativas no llegó a fraguar y fue olvidado
Los problemas del motor Wankel han subsistido hasta nuestra época, el último, el Remesis de 1.3 litros y 238 CV de Mazda no consiguió ajustar ni su consumo ni sus emisiones, lo que supuso su definitivo abandono. Sin embargo, como decíamos en el anterior artículo, nuevos desarrollos prometen un futuro muy interesante (una vez más, al principio del lanzamiento del motor Wankel, en los años sesenta del siglo pasado, se decía que en pocas décadas el 80% de los automóviles fabricados llevarían este tipo de motor). Parece que la empresa americana citada ha desarrollado un pequeño y elegante motor para un cart, nos dicen que es fácilmente escalable para su aplicación en vehículos de mayor dimensión y prometen fabricar motores de hasta 1.000 CV. Una nueva revolución nos espera, si llega.