Hasta hace poco el modelo del que vamos a hablar hoy no era más que un elaborado trabajo de diseño futurista denominado ID Buzz presentado a principios de año en el Salón de Detroit. Hoy sabemos que Volkswagen ha incluido en sus planes de producción esta versión actualizada de su Transporter, una furgoneta clásica que nos apasiona. Siendo el amor la única razón que nos justifica para hablar sobre un vehículo que aún no rueda siquiera en nuestro blog sobre motor clásico.
Una versión actualizada de la mítica furgoneta entra en los planes de producción de la marca alemana
La imagen de Volkswagen no pasa en los últimos tiempos por sus mejores momentos, el estallido del escándalo sobre el mal llamado «dieselgate», los modelos trucados de sus marcas, Audi, Volkswagen, Skoda y SEAT, para falsear las emisiones de gases, han dejado a la marca a los pies de los caballos ante la opinión pública mundial. Por eso la estrategia de lanzar productos «limpios» (impulsados por motores eléctricos) es una prioridad para ellos, además de sumarse a una tendencia predominante entre la industria del motor.
El segundo de una gran familia de vehículos eléctricos
Denominados ID, caracterizados por su motorización eléctrica basada en la nueva Plataforma Modular de Propulsión Eléctrica (MEB) compartida por más modelos que el fabricante irá lanzando a partir de 2020.
El Buzz, el prototipo que hoy nos ocupa y es una actualización de la Transporter, tiene unas medidas muchas más generosas que su predecesora, con una distancia entre ejes de 3.30 metros dan al vehículo un gran espacio interior. El prototipo se presenta con un sistema de tracción a las cuatro ruedas, sistemas de carga rápida de sus baterías (pudiendo cargar hasta el 80% en treinta minutos) y un sistema de conducción autónomo que al activarse hace que el volante cuadrado se retraiga hasta integrarse en el salpicadero, parabrisas donde se proyecta información del vehículo con realidad aumentada y un sinfín de nuevas tecnologías acorde a los nuevos tiempos.
Un vídeo promocional de Volkswagen:
Nuestra antigua furgoneta hippy renacerá convertida a un aparato ultra-moderno y súper-autónomo, realmente la imagen es atractiva y respeta el espíritu (a nuestro entender) de su antecesora, pero tal vez con tanta «ayuda» técnica nos encontremos metidos en un cajón de juguete en el que nos montaremos si ser conscientes casi de a dónde vamos ni de porqué.
Realmente nos ilusiona que se vuelva a fabricar esta magnífica furgoneta, pero nos asusta pensar en un futuro cada vez más deshumanizado, donde nuestra actividad parece que estará limitada a cumplir con las necesidades básicas de nuestro organismo, alimentación y evacuación, y limitarnos a ser meros espectadores de todo lo demás, esperemos estar equivocados.
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