Curiosa historia la de este clásico que tras tantos años perdido vuelve a ser encontrado en extrañas circunstancias y en un estado que no encaja con el tiempo transcurrido desde que fue denunciado su robo. El relato de los hechos se desenvuelve en un ambiente de novela negra, uno de esos episodios que tan habituados estamos a ver en las series televisivas de detectives o en las películas de Hollywood. Es precisamente este detalle el que nos invita a traer aquí el suceso.
El 924 robado pudo estar relacionado con más de un crimen
Suelen ser escasas las ocasiones en que somos conocedores de hechos de este tipo, clásico mediante: un Porsche 924 robado de un parking perteneciente a un cine de Oregón, EEUU, es encontrado, 27 años después de denunciar su desaparición, por un excursionista y su perro estrellado contra un árbol al pie de una colina.
Los restos de hojas, ramas y suciedad indican que el coche llevaba tiempo en aquel paraje, los adhesivos de pago del impuesto municipal, aún visibles, caducaron en 1991, el mismo año en que se denunció su robo. Tras ser inspeccionado por dos detectives del condado de Jackson no encontraron ningunos restos humanos dentro del coche. La ubicación donde el coche se encontraba era casi imposible de ver desde la carretera de montaña que discurre montaña arriba, un sitio que hará difícil y costosa la recuperación del vehículo siniestrado.
Es ahora cuando nos empezamos a cuestionar
Si el coche pudo ser arrojado ahí poco después de su robado en 1991 o fue arrojado ahí años más tarde. Las fotos que podemos ver muestran restos sobre el vehículo, como citamos antes, pero la humedad imperante en la zona debería haber deteriorado el coche de forma más significativa, óxido, musgo y mucha más suciedad deberían cubrir el vehículo. Una de las caras, visible en las imágenes, no muestran que el vehículo lleve ni 27 meses en la intemperie, mucho menos 27 años. La otra cara presenta un estado más deteriorado pero tampoco alcanza un nivel acorde al tiempo de exposición a los elementos que se le supone.
La segunda pregunta es qué pasa ahora con el vehículo, si fue indemnizado el propietario, ¿a quién debería ser devuelto ahora?, por supuesto sería propiedad de la Compañía que asumió el pago, pero es algo por confirmar y que aún no ha sido resuelto.
Pero aún hay más cuestiones, ¿el coche pudo participar en algún crimen adicional al hecho del robo en sí mismo?, es decir, el estado en que se encuentra el vehículo no aclara para nada la cuestión de dónde ha estado guardado, si ha circulado en estos últimos años, quién lo ha conducido y para qué. Un caso digno de ser documentado por un detective televisivo que resuelva nuestras dudas y nos haga vibrar con la satisfacción del misterio resuelto, los culpables atrapados y con respuestas que aquieten nuestras incisivas mentes analíticas, de aficionados al motor clásico.
Es la curiosidad lo que nos mueve, lo aseguramos.