Todos hemos oído hablar de personas que se aíslan del mundo, abandonan incluso su propio cuidado y se dedican a acumular basura. Este desequilibrio se llama Síndrome de Diógenes y tal vez se podría definir así el comportamiento del protagonista de nuestra historia de hoy en nuestro blog para asegurar coches clásicos.
Un diógenes de los clásicos
Este señor se a hecho popular desde que hace unos años empezó a aparecer en las publicaciones relacionadas con el motor clasico donde nos muestran su finca ubicada en la Provenza francesa, en algún punto entre Grasse y Fayence Tourettes, donde acumula multitud de vehículos (entre 50 y 60 según sus imprecisas palabras) deteriorándose a la intemperie.
En las imágenes adjuntas podemos ver algunas de las maravillas que paulatinamente están dejando de serlo por el abandono y el descuido de este «amante» del motor clasico. Antiguo culturista y hoy con apariencia de Papa Noel en traje de faena describe, no sin cierta simpatía, como cualquiera de los vehículos que están en su descuidado jardín pueden quedar como nuevos (¿?) a poco que se les dedique algo de tiempo.
Basta ver el Mercedes Coupé de los 70 aparcado en su puerta, posiblemente desde esa época dado el claro deterioro que ha sufrido su dorada pintura, para hacernos una idea de lo que encontraremos entre los pinos de la parcela de Gerard: multitud de Citroen y Renault, algún Mini Cooper pero también Matras, Lotus, Alpines, Lamborghini…y hasta un motor completo de un Miura V12 en aparente estado.
La Gombe, como le llaman sus más allegados, regentó un taller llamado Garage Gombert hace unos cuarenta años en la ciudad de Niza y también dedicaba sus energías a ser corredor de rallyes.
Desde nuestro blog para asegurar motos clásicas, para concluir como dicen nuestros mayores «que mal repartido está el mundo», y tienen razón, da verdadera pena ver como este pretendido aficionado estando en poder de tantas bellezas no dedica un poco de su tiempo a cuidarla o, simplemente, a compartirla con otras personas que pudieran darle el cuidado y el cariño que se merecen.