Dicen que nuestro nivel de sorpresa es cada día menor, la información que a través de todos los medios de comunicación nos llega constantemente (ya se está usando una nueva palabra: «infoxicación» la suma de información e intoxicación) satura nuestros sentidos. Parece que ya no existieran nuevas noticias, que nuestra curiosidad estuviera adormecida, por eso cuando encontramos algo que realmente nos hace volver la cabeza decidimos contarlo, aquí, en nuestro blog de asegurar mi coche clásico.
Checker Marathon
Nos ha ocurrido recientemente, ojeando imágenes de películas americanas de los años 60 y 70 (Taxi Driver ,1976, sin ir más lejos, una película de Martin Scorsese con Robert de Niro como protagonista), nos ha picado la curiosidad de saber la marca de los «yellow cab» esos taxis que aparecen en todas las producciones que tienen como escenario la ciudad de Nueva York. Y la sorpresa ha llegado al descubrir que no teníamos ni idea, vamos que no conocíamos ni por asomo el fabricante que se encontraba detrás de este «conocido» automóvil.
Una pequeña fabrica, la Checker Motors Corporation, nacida en 1922, por la unión de otras dos empresas, Commonwealth Motors y Markin Automobile Body, con fuertes lazos en el sector de las licencias de Taxi en la ciudad de Nueva Yok, es la responsable de crear este longevo modelo (22 años estuvo en producción, superando en tres a otro matusalén de la automoción, el Ford T). El Marathon se presenta en 1960 y permanece casi inalterado hasta la última unidad que se produce en 1982.
Realmente ya en el momento de su nacimiento tiene la apariencia de un vehículo barato, una caricatura de los famosos modelos de los años 50, aunque ha conseguido posicionarse como el coche americano por excelencia (en cuanto a sus líneas de diseño…).
Se acaba el monopolio
Una de las concesionarias de licencias de taxis en Nueva York era la Checker que al mismo tiempo era el fabricante de los vehículos utilizados como taxis, pero en 1964 el estado de Nueva York emprende acciones antimonopolio contra la compañía y ésta no tiene más remedio que deshacerse de licencias de taxi.
El reinado entre las compañías de taxi americanas, pues no sólo era utilizado como tal en la Gran Manzana sino en muchas ciudades de EEUU y en muchos departamentos de policía a lo largo y ancho de todo el país, venía justificado por su precio, dureza, amplios asientos traseros, maletero bien dimensionado, y porque era un modelo que no cambiaba de año en año, excepto para adaptarse a las normativas legales que surgían paulatinamente.
Desgraciadamente la empresa no pudo superar sus propias limitaciones, falta de economías de escala por su obsoletos métodos de fabricación, por la potencia de sus competidores y su falta de innovación. Tras dejar de fabricar coches la empresa llegó a subsistir 27 años como suministradora de partes de vehículos para empresas más grandes, labor que realizó casi desde sus comienzos como segunda línea de negocio.
Desde nuestro blog para asegurar mi moto clásica, os mostramos estos iconos en el imaginario colectivo, apena ver que poco a poco van quedando atrás, alegra sin embargo el que hayan existido y formen parte de nuestra imaginación. ¿Quien no recuerda esas calles llenas de taxis amarillos y de vapor emergiendo del asfalto, en cualquier escena de una película americana?.