Hablamos hoy en nuestro blog de seguros de motos clásicas, de una parte de la historia del automóvil, de una batalla (una entre muchas) que se lleva librando desde 1966 y que aún ha llegado a nuestros días, un enfrentamiento nada sangriento, lleno, sin embargo, de intensidad y belleza, veamos.
Chevrolet Camaro
Es en 1966, solo dos años después del lanzamiento del muy exitoso Ford Mustang (el más exitoso desde el Ford A), que Chevrolet presenta su modelo Camaro con el claro objetivo de hacer frente a su rival con sus mismas armas. La aparición de este modelo se produce en una época de euforia económica, de crecimiento y petróleo barato que alientan el desarrollo de este tipo de vehículos.
Su éxito viene dado por el momento en que aparece en el mercado, porque ya el Ford Mustang había «creado» ese segmento: coches relativamente asequibles, potentes y modificables, (se podía incrementar su potencia con relativa facilidad), lo que los hacía muy atractivos para un público joven o con gusto por la velocidad y los coches potentes. Es también el modelo de Ford el que da nombre a ese tipo de coches, el grupo de los «Pony Cars».
Existen otros modelos que, ofertados por otros fabricantes, tratan de sumarse a la lucha dentro de este grupo, destacando entre todos ellos el tercero en discordia el Dodge Challenger (Rival, Desafiante…) que, como su nombre indica, entró también en la pelea (aunque más tarde, en 1970), pero con un buen nivel para poder mirar a los ojos al resto de los competidores.
No obstante el que hoy aquí nos ocupa es el modelo de Chevrolet, acaba ser presentada su 6ª generación el pasado 16 de Mayo (acompañamos una imagen más abajo), muchas visicitudes ha tenido que pasar este modelo hasta llegar a la versión actual. Siempre con motores de alta potencia, siempre buscando destacar sobre sus competidores.
Con la llegada de los 70 del siglo pasado la situación empieza a ponerse difícil para el Camaro, nuevas normativas de seguridad exigen paragolpes que arruinan el bello frontal del modelo, la Crisis del Petróleo de 1973 limita la potencia de los motores (por mandato directo de la casa matriz General Motors, pues las medias de consumo de estos coches superaba los 20 litros cada cien kilómetros), y como remate nuevas normas medioambientales limitan las emisiones de escape y por ende la potencia de sus motores.
Varias generaciones se repiten intentando siempre respetar la imagen agresiva y juvenil del vehículo, aunque a nosotros, realmente, son las primera (imagen de portada), y segunda generaciones las que nos tienen atrapados, el frontal del modelo de 1970 es una maravilla como puede observarse en la foto de más arriba.
Prometemos hablar de sus competidores en próximas entradas desde nuestro blog de seguros para coches clásicos, aunque para nosotros el Camaro es el número uno, puede que, como gustos colores, haya otros aficionados que suspiren por alguno de los otros modelos, todos tenemos derecho a equivocarnos…