Puede que el nombre defina el carácter, es algo que leemos con media sonrisa cuando aparece en los dominicales de tanto en tanto, pero damos fe de que en el caso de este coche es totalmente cierto. Resulta que el Iso Grifo es un coche fabricado por la misma empresa italiana que creó el Isetta, ese pequeño coche burbuja tan popular en nuestro continente durante los años 50 y 60 del siglo pasado.
Un coche realmente único y especial que es, como su nombre indica, la mezcla perfecta de belleza y poder
La empresa, que antes de la Segunda Guerra Mundial se dedicaba a la fabricación de frigoríficos, se dedicó, al acabar la contienda, a la fabricación de vehículos y tras su gran éxito con el pequeño utilitario decidió competir con los GT de Ferrari y Maserati. Para ello colaboró con Giotto Bizzarrini, diseñador de modelos tan icónicos como el Ferrari 250 GTO, responsable de la parte mecánica, y con Giorgetto Giugiaro en Bertone, responsable de la carrocería.
Animales mitológicos al servicio del motor clásico
El Grifo es un animal mitológico, mitad águila mitad león, que representaba la fuerza, el valor y la vigilancia (según los griegos fue empleado por Apolo para proteger sus tesoros…). El coche al que nos referimos y que recibe su nombre del mítico animal, es también un híbrido, pues aunque su bella carrocería va montada sobre un chasis y una mecánica puramente italianos, su corazón es americano, está movido por un motor de Chevrolet Corvette, un V8 de 5.4 Litros con 300 o 350 CV.
Esta belleza estuvo en producción solamente entre 1963 y 1974, y llegaron a producirse en total poco más de 400 unidades. Este detalle, aparte de su atractivo diseño y su potente motor, hacen de él un clásico con clara cotización al alza en los mercados mundiales, hace poco un prestigioso periódico financiero lo definía como interesante inversión ahora que aún tiene un precio asequible. Aunque ese punto de vista es opinable, dado que los más baratos que se pueden encontrar actualmente rondan los 200-300.000 €, y en cada subasta su cotización va claramente al alza.
Variaciones sobre un diseño único
Existen varias versiones que fueron apareciendo durante el tiempo que estuvo en producción, en 1968 recibe un nuevo motor Chevrolet de siete litros que requiere el rediseño de la carrocería y radicales modificaciones estructurales para poder encajarlo en el chasis original, el detalle más visible es su capó deformado para poder montar este soberbio bloque motor.
Además existen algunos modelos con techo Targa, de los que se produjeron menos de dos docenas. Y cuentan que hay una versión única de formato Spyder que Rivolta fabricó para el Salón del automóvil de Ginebra, es, sin duda, la pieza más buscada, además parece que el propietario lo tiene almacenado sin restaurar.
Como vemos una belleza que es aún más deseable dado su valor de inversión, (que conserva como en la leyenda griega los tesoros de Apolo en su seno), aunque hemos de confesar que este último detalle nos importa poco, sinceramente, lo nuestro es puro amor por el motor clásico, por el conocimiento de su interesantísima historia. Pero si además fuésemos los afortunados poseedores de uno de estos coches, entonces, ya seríamos completamente dichosos.
Aseguramos coches clásicos, preservamos la historia.