En este mundo saturado de emociones encontrar una historia que nos llegue es casi imposible. Pero a veces lo conseguimos, a pesar de que años de películas y series de televisión han desgastado nuestra capacidad de sorpresa.
Un hallazgo sorprendente, sobre todo por la forma en que apareció
Estos son los hechos: unos aficionado dieron la voz de alarma por el anuncio de un viejo coche clásico en Craiglist (una página de anuncios clasificados muy popular en USA) donde se ofrecía por unos 700$ y resultó ser uno de los tres Corvette que Cunnigham preparó para las 24 Horas de Le Mans de 1960, desde entonces estaba desaparecido y era el último del grupo que quedaba por encontrar.
El anuncio se publicó en 2012 pero no consiguió lo que se proponía, vender el coche. Lo que sí consiguió fue despertar el interés de algunos buscadores profesionales de vehículos históricos que, conocedores de su valor (¡entre 3 y 7 millones de dólares una vez restaurado!), se pusieron en contacto con el ingenuo vendedor. Años de litigio por su propiedad, tras el hallazgo, nos ha hurtado este descubrimiento hasta este año, aunque esa es otra historia.
Perdido durante más de treinta años su valor no ha parado de crecer
El anuncio ofrecía el coche como si de un Prototipo de Pontiac del año 1953 se tratase, se atrevían a decir que había sido diseñado por Zagato y construido por «Pinanfarina» a finales de 1952 para General Motors. Las erratas y forma de redactar el anuncio ya daban una idea de lo poco que del coche sabía el vendedor, quien terminaba el anuncio pidiendo ayuda por si alguien podía identificar con más certeza el modelo.
Lo ofrecido era realmente una chatarra, solo se disponía del chasis y la carrocería, nada se sabía del motor o resto de piezas que el vehículo original portaba. A pesar de ello su valor es altísimo, mucho más por la aureola de mito que había alcanzado este número 1.
Cunnignham fue un rico heredero, piloto y navegante americano (ganador de la Copa América) que en 1960 participó en la edición de las 24 horas de Le Mans con tres unidades del Corvette que el mismo presentaba. GM estaba fuera de las competiciones deportivas desde 1957 cuando empresa fue expulsada de las mismas por la American Manufacturers Asociation (asociación de fabricantes americanos). Durante la carrera los coches números 1 y 2 quedaron fuera, pero el Nº 3 acabó primero de su categoría y octavo en la clasificación general.
Hay una anécdota muy curiosa con respecto a este coche, dadas las normas de la carrera tuvo que parar en boxes tras cada vuelta. Lo que pasaba es que la normativa prohibía rellenar el depósito de líquido refrigerante, que el coche había perdido por una pequeña avería. Por tanto se veía obligado a parar cada vez que pasaba frente a su equipo técnico para que estos cubrieran el hueco del motor con hielo, refrigerarlo y evitar una más que probable avería por calentamiento.
Una hermosa historia con final feliz, principalmente para su propietario
Tras la competición de forma inesperada Cunnignham devolvió los coches a su estado «civil» y los vendió en un concesionario, desde entonces se habían recuperado y restaurado las unidades nominadas con los números 2 y 3 pero el número 1 estaba desaparecido.
Multitud de aficionados y profesionales de los clásicos habían buscado durante años este ejemplar sin obtener ningún resultado, llegó a pensarse que había sido desguazado. Por eso es tan llamativa su repentina aparición, aún en ese estado lamentable. Lógicamente va a ser restaurado, hablan que el presupuesto para devolverlo a su estado original es de más de 500.000$, a pesar de ello la inversión merece la pena dado el valor de mercado que le asignan.
Honestamente es el sueño de cualquiera, aunque no le guste el mundo del motor clásico: encontrar un tesoro, y poder disfrutarlo. Seguiremos buscando.