Las manchas de aceite son algo habitual en los garajes, locales o paseos de entrada a las casas de cualquier aficionado al motor, si es clásico aún más. Porque no sólo el hecho de que nuestros motores clásicos dejen un recuerdo de vez en cuando sobre nuestros sufridos suelos, sino que a más de uno se nos ha ocurrido en alguna ocasión rellenar el depósito de aceite sin usar el preceptivo embudo, y las consecuencias saltan a la vista…
Síntoma común de cualquier motor clásico
Hoy queremos proponer cuatro métodos, nada infalibles hemos de confesar, pero que al menos nos dan una opción para que reparemos nosotros mismos el último desaguisado que hemos perpetrado en el garaje, antes de que nuestra pareja, o ese vecino que nos persigue, nos ponga colorados. Hemos de decir que antes del empleo masivo de alguno de estos métodos se impone realizar una prueba en un pequeño espacio, por si la solución termina siendo pero que el problema y nos tenemos que mudar a otro lugar.
Cuatro métodos y un único fin
La consabida Coca-cola, es un buen método para empezar, quién no tiene un par de latas en casa. El sistema es bien sencillo basta cubrir la zona manchada con esta dulce bebida y dejar actuar durante toda la noche, a la mañana siguiente aclarar con agua (previa petición a San Expedito para que nos eche una mano) y ver el resultado. Claramente si la mancha están el a cuesta del garaje este método no será excesivamente útil.
Existe un producto en el mercado que se denomina WD-40 es un spray multiusos de esos que últimamente encontramos cada vez más en los mercados, aunque muchos de ellos son «productos milagro» que en realidad no sirven para gran cosa, en este caso tenemos constancia de su utilidad. Actuaremos igual que en el caso anterior, aplicando con el spray una cantidad suficiente para cubrir la parte manchada y dejándolo actuar toda la noche. Aclarar a la mañana siguiente y con bastante seguridad las manchas se habrán reducido bastante o habrán desaparecido. El producto se puede usar incluso sobre ropa manchada, pero insistimos en el detalle de que puede ser peor el remedio que la enfermedad, hay que probar primero.
Bueno y hasta aquí los métodos digamos «cómodos», ahora se complica la cosa. Usar detergente parece lo más razonable, pues bien el secreto en este caso es acompañarlo de un buen cepillo y frotar de forma intensa. Dependiendo de lo delicado que sea el suelo que estamos limpiando, un cepillo de púas metálicas es la opción más efectiva pero también la más dañina, cuidado.
Por último se puede usar Limpiador de Horno otro producto que puede ser muy efectivo, pero también conlleva trabajo, habrá que frotar. Usaremos igual, un cepillo más duro cuanto más resistente sea la superficie a tratar. Debemos recordar un importante detalle, algunas manchas de aceite son testarudas y tienden a reaparecer, habrá que darles una segunda vuelta.
Si después de probar todos estos métodos no obtiene los resultados deseados no quedará otro remedio que llamar a alguna empresa especializada en limpieza o, por el contrario, mirar de otra forma a esas manchas que con tanto cariño decoran el suelo de nuestro garaje, si no puedes con ellas únete a ellas…
De manchas sabemos algo, pero en seguros para coches clásicos somos expertos!