Esta es la historia de uno de los modelos más carismáticos de la industria de la automoción. La vida de la marca que lo creó no fue dilatada en el tiempo, pero sí la impresión que dejaron sus coches, sobre todo uno, el Dusemberg J del que solo llegarían a fabricarse 481 unidades.
Una máquina perfecta
Duesenberg es el apellido de dos hermanos alemanes Fred y August, nacidos en los años 1876 y 1879, que deciden cruzar el charco en los primeros años del nuevo siglo para emprender su particular sueño americano en los Estados Unidos. En 1913 fundan Duesenberg Automobile & Motors Company Inc., ingenieros autodidactas habían trabajado previamente en la fabricación de algunos deportivos y experimentado con desarrollos mecánicos innovadores.
Fue tras crear su nueva empresa cuando empezaron a fabricar todo tipo de motores, industriales, marinos y, sobre todo, coches deportivos con motores de diseño propio de cuatro cilindros y válvulas. Tras el estallido de la I Guerra Mundial, su empresa se convierte en centro de experimentación aeronáutica para el gobierno de los EEUU. Gracias a ello, cae en sus manos un motor Bugatti de 16 cilindros, que los hermanos Duesenberg estudian detalladamente y les sirve de inspiración para sus futuros y muy exitosos motores.
Los geniales ingenieros no supieron gestionar correctamente su empresa
Tras la guerra se trasladan a Indianápolis y es allí que construyen el motor de ocho cilindros en línea que les llevaría al estrellato. Empezaron también a obtener victorias en los circuitos de competición, de hecho fue la primera marca norteamericana en ganar un gran premio europeo. En 1921 un Duesemberg cruza el primero la meta en el Gran Premio del Automóvil Club Francés (la carrera más importante a nivel mundial en aquellos años).
Es también en 1921 que sacan al mercado un vehículo de lujo, el modelo A, con un motor deportivo de 4.2 litros y con frenos hidráulicos. El primer coche no deportivo en montar ese sistema. A pesar de su habilidad con la mecánica, carecían del mismo nivel de cualidades empresariales. En 1924 la empresa atraviesa una situación financiera crítica.
Aparece en la historia el empresario Errett Lobban Cord que adquiere la empresa. Ya era propietario de Auburn y Cord (otras dos famosas marcas automovilísticas de la época) y de varias líneas aéreas. Un personaje poderoso e influyente en la Norte América de aquellos años. Nada más tomar posesión de la empresa, y consciente de la gran capacidad de los hermanos Duesemberg, les encarga el diseño de un supercoche que es presentado al público en 1929, tras tres años de ardua labor, con el nombre de Duesemberg J.
El Duesy J, una verdadera maravilla
Motor de ocho cilindros en línea, doble árbol de levas en cabeza y cuatro válvulas por pistón, 6.2 litros y 265 CV. Además, el empleo de aluminio dota al coche de un peso inusualmente liviano, 2.500 kilos. Superaba con creces en prestaciones a cualquier competidor del más alto nivel de la época, Rolls-Royce, Hispano Suiza o Mercedes. Además, en 1932 acoplan un compresor al motor que eleva la potencia a los 320 CV, denominada la versión como SJ (supercharged J).
El coche clásico fue todo un éxito, entres sus propietarios figuran estrellas de Hollywood como Gary Cooper y Clark Gable o la realeza europea como el Duque de Windsor o el rey Alfonso XIII. Cada vez que vemos la imagen de uno de estos automóviles tiene un aspecto diferente. Es importante recordar la costumbre de aquellos años en que el cliente recibía chasis con motor y debía buscar a un carrocero que le «vistiera» el coche.
El mismo que salvó y dio brillo a la marca fue el causante de su desaparición. La situación financiera de las empresas de Cord se resintió gravemente tras los años de exilio en que tuvo que huir a Gran Bretaña, perseguido por el fisco y la mafia de su país. El imperio creado por este emprendedor fue liquidado por la administración del presidente Roosevelt en 1937, y con él se perdió la prestigiosa marca Duesenberg. Existe un museo en Auburn, Indiana, EEUU, dedicado a las tres marcas que poseyó, donde se conserva su legado, al que podemos echar un vistazo en este enlace.