Ubicuas e imprescindibles inundan nuestras ciudades, carreteras y hasta algunos caminos pero algunas de ellas, las más saturadas, no terminan de cumplir la función para la que fueron creadas: facilitar el movimiento de los vehículos en los cruces. Para agravar el asunto la mayoría de los conductores hacemos mal uso de las rotondas, un artículo que publicamos en este blog explica de forma detallada cómo debemos circular en ellas.
Un invento creado para mejorar la circulación, que necesita algún retoque
Pareciera que al entrar en las rotondas sufrimos una especie de transformación al estilo del Dr. Jekill, nos convertimos en agresivos desconocedores de las normas de tráfico, bastaría con recordar que una rotonda no es más que un tramo de vía igual a los demás sólo que se ha dispuesto de forma circular. Hay que conducir por la derecha y no cruzar de carril para salir de la rotonda, respetando al resto de vehículos que circula por ella. Fácil como parece, la realidad es otra.
Rotondas inteligentes para hacernos la vida más fácil
Volviendo al tema que da título a esta entrada nos hacemos eco hoy del trabajo realizado por investigadores de la UPV (Universidad Politécnica de Valencia) que han desarrollado un sistema inteligente orientado a reducir los atascos en las rotondas. Todo el proyecto se basa en el concepto del «Ramp Meter» , sistemas de semáforos que regulan la entrada a las vías rápidas y que se aplican ya en otros países, la palabra «ramp» es la palabra inglesa para rampa, por las rampas de acceso a las autovías. El sistema detiene o permite el acceso a la calzada donde se incorpora la rampa según la fluidez del tráfico en aquella, mejorando de forma sustancial la circulación y eliminando atascos.
Los investigadores valencianos han decidido aplicar este sistema a las rotondas, fundamentalmente para aquellas que son más conflictivas y sufren grandes congestiones por el elevado número de vehículos que las utilizan, lo que haría es cortar el paso de determinadas salidas para facilitar la creación de huecos en el tráfico que llena la rotonda dando mayor fluidez en el tránsito. El sistema se basa en unos detectores magnéticos instalados bajo el asfalto, luces de semáforo que se pondrían en las calles de acceso a la rotonda más un sistema inteligente que decide cuándo y a quién ceder el paso para cumplir el objetivo establecido.
Innovaciones que esperemos lleguen pronto y nos faciliten la conducción en estas nuestras congestionadas ciudades. Creemos que es hora ya de desarrollar sistemas de transporte, de flujo de vehículos que realmente estén encaminados a una gestión global de la movilidad antes que a parchear de forma permanente los distintos y constantes problemas que cada día surgen. Una vez más se hace imprescindible una visión de conjunto a largo plazo, algo que por desgracia no parece existir entre los responsables que nos administran.