Volvemos con una historia de esas que parecen preparadas por un guionista holliwoodense para dar realce al asunto, una de esas «raras» oportunidades que surgen una vez en la vida (dada la cantidad de oportunidades únicas que aparecen antes de las subastas pareciera que vamos vivir mil vidas…). Porque esta mágica historia de un coche exclusivo que ha estado perdido durante más de cuarenta años y que ahora tendremos la oportunidad de adquirir ( si tenemos un par de millones en el bolsillo) está siendo aireada justo antes de la próxima subasta que se va a celebrar Sotheby´s en la sede de Ferrari en Módena los próximos 8 y 9 de setiembre con motivo del 70 aniversario de la marca. Aquí se puede echar un vistazo al catálogo.
Olvidado durante cuarenta años, esta joya oculta sale ahora a subasta
Realmente se trata de una verdadera rareza incluso sin el detalle del «barn-find» (se denominan así los hallazgos de coches abandonados y encontrados en un garaje/granero) el coche es ya de por sí especial. La denominación oficial del modelo es 365 GTB/4 el apodo Daytona le fue dado en referencia a la apabullante victoria que los P4 obtuvieron en las 24 horas de Daytona de 1967 al copar las tres primeras plazas de la carrera. La historia deportiva del mismo Daytona tampoco se queda atrás ocupó las cinco primeras posiciones en la edición de Le Mans de 1972 en la clase GT, casi nada.
Un rumor hecho realidad
Solo se fabricaron 1406 unidades del 365 GTB/4, solo 15 fueron construidas para competición. De entre ellas cinco portaban chasis de aluminio, o eso se pensó durante mucho tiempo aunque corría el rumor de que una había sido producida como versión de calle, no se había tenido constancia de su existencia hasta ahora, al menos de forma pública.
Fue en 1969 cuando este coche clásico vio la luz y fue adquirido por un amigo personal de Enzo Ferrari, Luciano Conti a la sazón editor de Autosprint Magazine. Durante los siguientes años pasó por seis propietarios distintos, incluido el concesionario japonés que importó el coche desde Italia y lo vendió, en 1980, a Makoto Takai, el culpable de haber enterrado en vida semejante joya durante cuatro décadas. El mítico Daytona de aluminio porta el chasis número 12653, las fotografías dan muestras del estado de abandono en que se encontraba el coche acumulando polvo y orín en un calpón japonés. Antes de este período de inmovilidad el Daytona había recorrido casi 37.000 km. A pesar del tiempo transcurrido, a pesar del doloso abandono, el coche está en buenas condiciones conservando, incluso, la rueda de repuesto original.
Tras ver la galería lo único que podemos expresar es desconsuelo, duele ver el trato que se le ha dado al coche (no importa que sea un Ferrari Daytona o un Iseta), pero algo de sosiego ilumina nuestro corazón cuando asumimos que su futuro será distinto. Dos opciones se presentan al nuevo propietario, conservarlo como está, como muestra de la historia que representa o enviarlo al Departamento de Clásicos de Ferrari para su cuidada restauración, en cualquier caso su vida, seguro, será mejor en adelante.