Recordado por sus logros en los circuitos de competición es aún más reconocido por conducir el Mercedes W125, una de las Flechas Plateadas, nombre que recibían los coches de carreras alemanes que dominaron el motor deportivo en los años previos al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Su poderío era tan abrumador, y tan adelantado a su tiempo, que no cabe otra que aceptar la clara supremacía técnica de los fabricantes alemanes, Auto Unión y Mercedes, de esos años. Lamentablemente todos aquellos récords tenían un trasfondo propagandístico, los promotores de tan loables logros no eran otros que los dirigentes de la Alemania Nazi que, movidos por el ánimo de resaltar la gran superioridad aria financiaron abundantemente los equipos deportivos de ambos fabricantes.
Piloto alemán fallecido el 19 de octubre de 1987, hace ahora 30 años
Una historia de logros arrolladores teniendo en cuenta que Lang condujo, aunque pilotar sea la palabra que mejor se adecue, un W125 a una velocidad media de 262 Km hora en el Grand Prix de Berlin en 1937. Esta velocidad no sería lograda por otro coche de competición hasta 1966. Y es que el motor del Mercedes era un 5.6 litros sobrealimentado, de ocho cilindros en línea, que ofrecía la 646 Cv de potencia, un Ford V8 de 1937 daba 85Cv. Incluso un F1 actual no ofrece tanto y, aunque no podemos comparar un coche actual de Gran Premio con esas viejas glorias, sorprende constatar cómo ciertas metas fueron alcanzadas en épocas tan remotas, tan tempranas en el desarrollo de la industria del motor.
Con el prestigio nacional como objetivo grandes cantidades de dinero fluyeron desde las arcas del Tercer Reich
Hacia los equipos deportivos tanto de Mercedes como de Auto Unión, de hecho un oficial Nazi, Konrad Huhnlein, se hizo cargo de la propaganda política de ambos equipos. Estos pilotos eran presentados como héroes del Reich por estos mismos oficiales de propaganda, a pesar del rechazo que muchos de aquellos sentían hacia esta manipulación.
Para colmo Lang sería teatralmente presentado como ganador de la temporada 1939 de Grandes Premios, según el aparato gubernamental Nazi, en un año en que no hubo ningún ganador oficial de este tipo dado el comienzo de las hostilidades bélicas que dieron comienzo a la Segunda Gran Guerra y que provocaron la suspensión inmediata de cualquier tipo de competición antes de que se completara el calendario establecido para ese año.
Lang volvería a ser piloto deportivo tras la guerra, primero como privado y posteriormente, de nuevo, para Mercedes, desgraciadamente nunca más llegaría a alcanzar los niveles de excelencia previos a la guerra.
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