Conforme avanza el tiempo las fechas que algunas administraciones públicas habían definido van aproximándose, de hecho el Ayuntamiento de Barcelona a avisado que a partir del pasado 1 de diciembre los coches que más contaminan, aquellos que no han recibido la etiqueta de la Dirección General de Tráfico, tendrán prohibido circular cuando se decrete un episodio de alta contaminación, los que lo hagan serán multados con 100 euros. En esas fechas señaladas el transporte público incrementará su oferta en un 10% para compensar la reducción de medios privados que la medida implica.
Empiezan las restricciones de tráfico en Barcelona para los coches más contaminantes
Las situaciones de alta contaminación suelen ocurrir habitualmente en el último trimestre y su frecuencia es de cero a tres veces al año, pero a partir de 2020 las restricciones serán permanentes se den o no este tipo de alertas. Según las estimaciones realizadas por el Ayuntamiento son casi 700.000 los coches del área de Barcelona y la medida afectará a entre un 17 y un 20% de esos coches, unos 140.000. Se están emprendiendo algunas acciones encaminadas a fomentar la baja de esos vehículos más contaminantes como la entrega de una tarjeta que da derecho a usar el transporte público gratis durante tres años al propietario del vehículo retirado, hasta ahora 249 personas, y sus vehículos, se han acogido a esta propuesta.
Ahí están los datos, ahora toca analizar el desarrollo práctico de esta normativa
Habrá que esperar para ver cómo se resuelve esta situación, no sólo los intereses medio ambientales han de ser contemplados, ya lo decíamos en un artículo anterior, se hace imprescindible dar soporte a los propietarios de vehículos contaminantes que se encuentren ante la necesidad de desplazarse y no dispongan de alternativa válida a sus propios medios, por falta de transporte público adecuado o por falta de la capacidad financiera necesaria para sustituir su vehículo. Solucionar problemas creando otros nuevos nunca ha sido una buena forma de acción, aunque sí demasiado común desgraciadamente, cara a la ciudadanía.
Tenemos que hacernos oír, ser visibles
Hablando desde nuestro interesado punto de vista, el de los vehículos clásicos, también debemos pedir una solución, por supuesto nuestra situación no es tan desesperada como la de esos cientos de miles de usuarios que se quedarán en tierra sólo en el área de Barcelona, pero tenemos derecho a pedir un punto de coherencia. Contaminamos poco, los usamos lo justo y cuidamos de ellos para nosotros y la posteridad. Alguien con juicio sano y pensar sensato debe encontrar un punto de equilibrio ante esa forma de actuar, debe haber cabezas que razonen y sean capaces de ver la luz en mitad de tanta mediocridad que se limita a resolver un problema de poda cortando los árboles de raíz. Y ahí debemos también estar todos los aficionados, unidos alzando la voz, las bocinas o solo, tal vez, un lazo de un color aún no usado.
Por nuestra afición, por conservar la historia, aseguramos coches clásicos!!