Con motivo de la celebración del Gran Premio de Mónaco Histórico (del 11 al 13 de mayo pasados), un evento que se organiza cada dos años en fechas próximas al más mediático y competitivo Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, hemos tenido la ocasión de disfrutar de la vista, de nuevo tras 51 años, de este espectacular prototipo desarrollado por Bertone en 1967. Realmente la reaparición del coche en este escenario es un homenaje tanto a Mónaco como al Príncipe Rainiero quien lo condujo en 1967 por el circuito del Gran Premio con su esposa la Princesa Grace sentada a su lado. En esta ocasión ha sido el hijo, el también Príncipe Alberto, el afortunado conductor de este impresionante cacharro.
Es un hecho que las grandes ideas nunca desaparecen, es el caso con este coche concepto
Aunque los detalles más glamurosos deban ser citados para dar contexto, lo que realmente nos interesa es el coche en sí mismo y, antes de entrar en detalles, la verdadera revolución que su diseño supone. Si nos planteamos el tipo de automóviles que en aquellos años recorrían las carreteras no sólo de nuestro país sino del resto de Europa el contemplar un diseño como este tuvo que hacer sentir a los coetáneos que el futuro estaba cada vez más cerca, como imaginar que muy pronto conseguirían vivir en las estrellas. Desgraciadamente pocos años más tarde llegaría la crisis del petróleo y volvería a ponernos los pies en el suelo, pero esa es otra historia.
El Marzal una idea de otro tiempo
El Lamborghini Marzal (quiere decir relacionado o nacido en el mes de Marzo, como algunos de los que aquí escriben) monta dos puertas de cristal con apertura en ala de gaviota, una espectacular luneta posterior cubierta de lamas, sumemos a esto el superdimensionado parabrisas y los asientos tapizados en piel plateada no podremos decir que el habitáculo tenga algún punto ciego. Además monta un motor 2 litros de 6 cilindros en línea que ofrece una potencia de 175 Cv, realmente el motor es un 4 litros V12 de la misma Lamborghini divido por la mitad, y una transmisión de cinco velocidades.
Junto al Lamborghini Marzal también se dejó ver un Lamborghini Espada otro coche de líneas rupturistas, que inspiraría al resto de la industria del motor durante la siguiente década. No olvidemos que un año después, en 1968, también Giugiaro desvelaría la primera y muy llamativa creación de su nueva firma, Italdesign, al presentar el Bizzarrini Manta en el Salón de Turín de ese año.
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