El icónico Mini cumple 60 años con más vitalidad que nunca. El diseño estrella de Alec Issigonis, actualmente comercializado en su segunda versión, sigue siendo un hito en el mercado automovilístico, muy lejos de cualquier posible jubilación.
Hoy hablamos de la historia de un coche de referencia, sus características y alguna que otra curiosidad. ¡Vamos que arrancamos!
Historia
A mediados de los años 50, la Crisis de Suez arrastró el mercado petrolífero reduciendo su suministro y dejando de nuevo al Reino Unido en una posición de racionamiento de la gasolina.
El elevado gasto en combustible de los vehículos de gran envergadura provocó una caída en las ventas, en beneficio del mercado de los utilitarios capitaneado por Alemania.
Alec Issigonis, ingeniero inglés de origen griego, había heredado de su progenitor la pasión por la maquinaria y la tecnología. A raíz de un viaje por Europa en el que el vehículo que conducía, un Singer con carrocería Weymann, acabase sufriendo una infinidad de problemas técnicos, Issigonis decidió estudiar Ingeniería Mecánica.
Las instrucciones de BMC fueron diseñar un utilitario cuya envergadura tuviese cabida en una caja de 3 x 1.2 x 1.2 m equipado con un motor preexistente para ahorrar costes. Issigonis diseñó entonces el Classic Mini, equipado con motor transversal de 850 cc y tan solo 34 caballos de fuerza, con un peso de 600 kg.
Detalles y características
El Classic Mini fue el resultado del proyecto ADO15 (Austin Drawing Office project number 15, «Proyecto número 15 de la Oficina de Diseño de Austin») que contemplaba el motor
BMC Serie A de cuatro cilindros con refrigeración de agua y caja de cambios con cuatro velocidades y tracción delantera.
Otra de las innovaciones del Mini Austin fue el uso de gomas compactas con forma cónica que sustituyeron a los muelles de amortiguación tradicionales. Si bien la elección del material causaba una conducción seca con demasiado rebote, esa misma inflexibilidad lo dotó de una maniobrabilidad que recordaba a la de un kart.
Las ventanas del Mini seguían una pauta de corredera en las puertas, lo que permitió la ubicación de zonas de almacenamiento en detrimento del mecanismo habitual de la ventanilla.
Con el fin de aumentar la zona de almacenamiento de equipaje, las bisagras de apertura del maletero del Mini se proyectaron con estas en sentido inverso.
Esta configuración permitía la circulación con la tapa del maletero abierta, pudiendo así albergar una mayor capacidad de equipaje. Debido a esta particularidad también se incorporaron bisagras en las matrículas de los primeros modelos para que ésta pudiese descender y mantener su visibilidad aún con el maletero abierto.
Curiosidades del Mini
El Aston Mini salía al mercado en 1959 calzado con rueda de 10”, las cuales no existían en ese momento en el mercado automovilístico. Dunlop se hizo con el contrato inicial y comenzó a desarrollar ese nuevo modelo de neumático tan exclusivo.
Uno de los rumores sobre su diseño apunta que Issigonis calculó el tamaño de los huecos resultantes de eliminar el mecanismo de manipulación de la ventanilla al sustituirlo por cristales correderos para que tuviesen la medida exacta para dar cabida a una botella de su ginebra favorita.
El último Mini Cooperconstruido bajo el anagrama British Motor Company-Austin Morris Group vio la luz en las factorías de Longbridge y Cowley (Oxford) en el año 2000. A partir del 2001 la marca Mini pasó a formar parte de la familia BMW.
La firma alemana puso punto y final a la producción de este clásico de la carretera para diseñar el nuevo Mini, reinterpretando al original 42 años después de su presentación en el mercado automovilístico. ¡Fascinante!
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