En cada país se ha dado una evolución distinta respecto a los carros de policía, pero siempre existirán rasgos comunes: Debe tener capacidad de manejar velocidades altas, frenar con total eficiencia y soportar el desgaste, ya que permanecen en la calle por años y las 24 horas del día.
Dependiendo del país o el año, han ido cambiando para bien, utilizando vehículos que cumplen las expectativas y pueden cumplir sus tareas como patrullajes o acompañamiento en muchas ciudades, hay que viajar y para ello es que se eligen los mejores de cada empresa automotriz.
Evolución de los coches de policía en América
- En los años 50 y 60 se utilizaron como base los carros tipo Mainline, de marca Ford. Eran bastante cómodos, con motor V8 y 125 HP, a los cuales se les realizaron adecuaciones para que cumpliera las metas de la policía y sobre todo, se les puso el equipamiento de la época.
- El modelo Galaxie abarcó los autos policiales en los 70, fue un cambio importante al tener 400 hp y cuatro carburadores. Su potencia hacia que soportara largas persecuciones y trabajo constante, estuvieron muchos años siendo el auto preferido para este trabajo.
- Para el 1983 la policía se cambió al sedán, específicamente un LTD Crown Victoria, que por ser automático era mucho más eficiente que el resto de diseños ya usados. El mismo Crown Victoria se mantuvo hasta 2009, donde se le hicieron mejoras como los frenos de alto desempeño.
- El cambio más grande se dio en el año 2013, donde el Taurus Interceptor Sedan, con un motor V6 twin-turbo Ecoboost se vio la diferencia enorme. En el hay una mayor estabilidad y control sobre la tracción, elemento muy importante para manejar las largas jornadas de trabajo, donde hay que tomar carreras sin pensarlo.
Las características han variado con los años, pero físicamente se conserva un gran detalle: Colores blanco y negro en la pintura, letras blancas, sirenas junto con el equipamiento reglamentario como los dispositivos de comunicación.
Los cauchos casi siempre iban pintados con blanco, las aplicaciones eran tradicionalmente de color plata. Un detalle que muchas veces pasaba desapercibido es que los automóviles de policía siempre debían tener la mejor potencia para su época, era como una norma para los cuerpos de ley y los encargados se preocupaban mucho por mantenerlos con el mejor motor posible para cumplir las tareas diarias