Si bien es cierto que los coches clásicos tienen una tecnología más simple que los actuales y estaban hechos para durar toda una vida, es inevitable que el paso de los años les afecte. En el artículo de hoy os contamos cuáles son las averías más comunes en los coches clásicos.
- Desgaste correa de distribución
Es normal que, con el paso del tiempo, la correa de distribución se desgaste. Una correa de distribución rota o que se salga de sus piñones por falta de tensión provocará la parada del motor y daños irreversibles (y costosos) en la parte superior del motor, dejándolo inservible o inutilizable en la mayoría de los casos
- Sobrecalentamiento
Los sistemas de enfriamiento en los coches clásicos son muy simples y no demasiado efectivos, por lo que no siempre se adaptan bien al estilo de conducción hoy en día y acaban fallando.
- Cable de embrague
Lo habitual, es que se rompa alguno de los cables de tensado o que se produzca el denominado ‘efecto patinado’.
- Suspensión
Lo normal es que con el tiempo los brazos de la suspensión se deterioren. Si esto pasa hay riesgo de perder una rueda o incluso quedarse sin dirección, lo cual puede originar un accidente.
- Tubo de escape
La combustión de aire y gasolina produce humedad ácida, esto produce que el tubo de escape se vaya corroyendo de forma interna y acabe presentando orificios o grietas.
Al igual que con los coches modernos, es importante mantener el coche cuidado y revisado para evitar cualquier accidente.
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